Prologos del final de la 3 Temporada


El Resurgir de los Sublevados
Esta historia es tanto un prólogo como un suceso destacado de Estrella Negra, este es el 3*10° de Toro Rojo.

El fuego se expandía por el mercado como brea derramada.
El mercado esclavista estaba siendo atacado por un inmaculado distinto a los demás, un inmaculado que había tomado su libertad.
>>Toro Rojo era una leyenda entre los inmaculados decían que era un prodigio, fuerte e inteligente pero tenia un defecto como inmaculado, aun tenia sentimientos escondidos en su interior, además él creía que por muy inmaculado que cada uno de sus compañeros fuese no podía dejar de sentir el bien y el mal de sus actos. Su historia fue de las más duras de entre los inmaculados con amos crueles, su amo abusaba de mujeres,niñas y niños sin dudarlo y sin remordimientos, ya que no los consideraba personas, solo esclavos. 
>>Si Toro o alguno dudaba en pegar a un niño hasta matarlo o traer a una muchacha desnuda para que su amo la violase era torturado de las maneras más crueles. Pero esos días no tardarían mucho en acabar, ya que toro no soportaría más aquello, fue así como un día cuando una mujer esclava embarazada se negó a acostarse con el preocupada por el bebe.
-No por favor mi señor. El bebe sufrirá. Dijo la mujer entre sollozos
-Muy bien. Toro traeme a su hijo muerto, pero a ella no la mates, con su hijo muerto y ya no en la tripa no tiene de porque preocuparse.- Ordenó Yizzer Zo Joq su horrible amo ghiscaro
Los sentimientos de Toro actuaron y se giró contra su amo quien mando a sus otros 4 inmaculados luchar contra Toro. Toro estaba desatado la lucha fue breve pero intensa. Toro mató a dos inmaculados rápidamente Pero los otros dos se resistieron duramente haciendo profundas heridas en el torso del Toro. Aun malherido Toro pudo vencer a sus contrincantes en una rabia desenfrenada partió a uno de sus contrincantes en 2 por el abdomen y al otro le corto con su espada en un profundo corte. Su amo acobardado se escondía tras los pilares de templo cercano, pero no se escondió como muy bien y Toro Rojo lo encontró, la venganza fue rápida y su espada atravesó el cuello del esclavista, ya no había marcha otra lo buscarían y lo condenarían, Entonces empezó su huida y la lucha por su libertad.

Más de un centenar de esclavos fugados seguían a Toro, había pasado un mes en los suburbios influyendo a hermanos oprimidos que tenían una nueva oportunidad de tener la libertad que siempre desearon.
La lucha se acrecentó y Toro encontró a sus cinco ayudantes que le seguían desde meses, ellos habían hecho misma misión que Toro, liberar esclavos atormentados por sus amos. Pero estos solo consiguieron una docena de hombres con la misma causa.
Entonces la batalla superó las expectativas de Toro y un centenar de guardias les impedían el paso, la batalla se acrecentó y tomo algo de gravedad.
Toro se lanzo desde la primera linea de ataque sin dudar un instante. Con su arakh llamado Cadenas rotas y su espada larga Cornada empezó a atacar a tos los guardias que tuvo por delante.
Era corpulento pero rápido y sabia que esos era guardias esclavos así que solo los desarmaba o los dejaba inconscientes.
Los hombres que lo seguían no dudaron y con armas improvisadas o robadas, atacaron a los guardias que no tardaron en caer o rendirse.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que entre los heridos y muertos se encontraba uno de sus compañeros y aliados Estrella Negra de Tyrosh. Un joven amariconadito de pelo azul que fácilmente confundían con una chica. Pero a Toro eso nunca le importó, su interior era valiente y era un chico que aunque para los demás no era nadie, el si se consideraba alguien y eso era lo único que le importaba, sentirse algo, sentirse alguien no menos que ningún otro.
El chico había sido atravesado por un corte profundisimo que lo dejó casi sin vida, aun así pudo clavar su espada en el cuello del guardia y matarlo. Agonizante le cedió sus últimas palabras a Toro Rojo.
-Toro, lo siento tenia cinco esclavos libres...-El chico balbuceaba las palabras con gesto de dolor- pero no pude salvar a dos de ellos...-El joven empezó a llorar- perdoname... aun así he conseguido salvar a los demás...-intento sonreír-espero que eso sirva de ayuda... amigo.-y el joven Estrella Negra murió entre sus brazos con una sonrisa.
Entonces Toro Rojo cerró los ojos de su amigo fallecido con dos dedos y se levantó, alzando la voz.
-Los sublevadores de esta ciudad caerán y sus sublevados se alzaran demostrando que son alguien grande! Venid conmigo, hoy dejareis de ser esclavos para convertiros en hombres libres.
Muchos de los esclavos que prestaban batalla se le unieron a el y su compañía. No estaba solo. O viviría para ser alguien o moriría siendo alguien que lucho, las dos opciones le reconfortaron.
Acabando con cientos de guardias él y sus incontables esclavos llegaron a la Plaza del Orgullo, ocho mil inmaculados esperaban en ella, tras ellos los grandes amos de Astapor se veían mas seguros pero aun con miedo. Entre ellos Krazniz III el jefe de los ocho mil, gritaba ordenes nervioso, era un joven estúpido, egoísta y su forma de ser daba motivos para odiarlo.
Toro mando orden de parar a su incursión rebelde. Miro a los esclavos inmaculados y se acerco como si no fuesen un peligro para él.
el amo Krazniz III mando ordenes de atacar pero los inmaculados no reaccionaban y entonces Toro empezó ha hablar.
-Hoy es el día en el que todo cambiara, he sido como vosotros  y he vivido como vosotros, hoy soy libre y hoy vais a ha ser libres. No mas castigos crueles, no mas obedecer, no mas falta de sentimiento (Uno de los hombres de Krazniz no inmaculado disparo una flecha contra Toro acertándole en el brazo) Arggg... Veis esto es ser alguien libre, si me hacen daño me duele y me quejo (saco la flecha y la tiro al suelo)Podrán mandar ordenes a vuestros oídos, pero no ha vuestro corazón, a vuestra mente o a vuestros sentimientos. Tomad la libertad de la que os privaron todo este tiempo, tomadla ahora, tomadla hoy.

El silencio se alargo por segundos que parecían minutos, solo se oían ordenes enfurecidas de Krazniz III. Pero de repente un inmaculado se giro hacia los sabios amos empuñando su lanza, luego otros dos, tras ellos cientos mas, los gritos y ordenes del enfurecido Krazniz aumentaron, juro que los flagelaria el mismo como no se giraran contra los rebeldes, juro que no había ningún infierno que lo aceptara después de lo que les haría como no se girasen hacia Toro, juro y juro hasta que sus juramentos cesaron hasta no oírse, mientras cada inmaculado se giraba contra los grandes amos, finalmente todos se habían girado en contra de sus opresores y Toro había liberado aquel lugar, pero en ese instante no le importaba nada solo el volar de un azulado pájaro por el cielo, los sonidos de la batalla eran fuertes pero Toro solo oía el canta de aquel pájaro que volaba libre y tan alto como quisiese.


La Nieve del Anochecer

PARTE I

La puesta de sol se ponía sobre aquella inexpugnable estructura.
<<Maravillosa y terrorífica al mismo tiempo, como algo puede ser tan grande. Representa el fin del mundo. Mas allá solo hay la muerte del frió, la muerte que algún día llegara para todos>> pensó el joven muchacho.
Estaba rodeado de sus mejores hombres de alla del norte: Donnel Flint, del Clan de las montañas a quien habían prometido todo el Agasjo y las tierras de los Flint de otras ramas como Dedo de Padernal y Atalaya de la Viuda si colaboraba en esta mision, seguido muy de cerca de Rugert un Caballero libre guardaespaldas del chico, Tiggos Mollen capitán de las tropas de la casa Mollen enviado con el chico al norte y por supuesto el aburrido y triste Maestre Luwin quien tenia las manos encadenadas.
-Señor Fenrir, por favor, que pretende hacer, no tiene sentido venir aquí con el peligro que supone para Invernaila dejarla desprotegida, sabe que el rey Robb se enfadara si por culpa de su temeraridad cae el castillo, por favor aun estamos a tiempo deje algunas tropas y regresemos a casa tenemos qu...
El guantelete de el hombre golpeo la cara demacrada del anciano
-Callate estúpido consejero de Invernalia,-dijo Fenrir, sin escuchar al viejo siguio- Ya tenia que aguantar tus consejos en aquella mierda de castillo, pero esto no es Invernalia, Estamos en el muro, no tengo porque escuchar tus consejos. Cuida tus palabras a no ser de que quieras acabar pudriendote en una celda como Ser Rodrick. Tengo una misión en este lugar, y voy ha cumplirla anciano. Invernalia estará segura en manos de las tropas del clan Norrey.
El viaje siguió hasta que anochecio y al fin llegaron en lo que antes era el Castillo Negro, ahora parcialmente derruido dolia a la vista, todo lleno de pilas de cadáveres a punto de ser quemados, la mayoría de los hombres que defendían el muro habían caído, pero también grandes salvajes como Thormund Matagigantes.
El joven Fenrir se encontró frente a un hombre moribundo, con heridas de flechas, heridas de espada, helado por el frió de llevar días a la intemperie y colgado por desertor de la guardia de la noche. Aquel hombre estaba deshecho magullado moribundo, por no decir mas vivo que muerto. Fenrir dudaba de como podía seguir con vida, le recordaba un poco a él.
-Agua...agua... -dijo el chico colgado en la cruz-O tomad mi vida... de una maldita vez... no me dejéis aquí, este no debía ser mi final...
Fenrir se acerco al hombre le tenia algo de afecto sin saber porque, saco su bota y le dio agua intentando que no viesen lo que hacia los guardias de la noche.
-Por favor yo solo quería que estuviesen orgulloso de mi,-Balbuceo el chico- Yo solo quería ser como mi padre...- El hombre deliraba hizo una pausa.
-En fin espero que no tardes en morir, el dios de la muerte pronto te a cojera, tranqui...(Fenrir se dio cuenta de que al hombre le quedaba poco)
-...Un Targaryen (Mascullo el chico antes de volver a quedar inconsciente)
El oído de Fenrir había escuchado bien, ese hombre era alguien valioso, lo iba a necesitar...
-¡Bajadlo! ¡Bajadlo!... Nadie quiere a un rey colgado de una cruz.

PARTE II

Algunos de los guardias de la noche fueron a ayudar a Fenrir Nieve a bajar de la cruz a aquel pobre y maltratado chico Targaryan. Pero Jon Nieve vio aquello, obviamente no podía permitirlo, el joven había sido condenado a morir por desertor. Jon conocía a Fenrir, de joven siempre fue amigo de aquel joven huérfano que pasaba su vida entre lobos, pero ya no parecía el mismo, estaba como cambiado.
-¿Que estas haciendo aquí, Fenrir? ¿Y porque bajas a un traidor como este?- dijo Jon
-Jajaja, ¿Estas de broma no? Faltan cruces en los Siete Reinos para juzgar a todos los traidores de estos nuestras inmaculadas tierras, del sur al norte, del este al oeste, en los mares, en las colinas, en los ríos, en los poblados y en los castillos, aquí todo son mentirosos y traidores. Y ademas, si tanto tienes ganas de clavar a un desertor, clavate tu mismo en la cruz, si no recuerdo mal tu fuiste con los salvajes tanto como él.
-Pero no porque quisiese, Fenrir, no me juzgues por eso,todo lo que hice me lo ordeno Qhorin Mediamano
-(Saulo se intento poner en pie)Y todo lo que hice yo, me lo ordeno Rickon Manoymedia, Entonces, porque me juzgáis por eso?- murmuro medio desmayado
-Jajaja hasta los moribundos pueden rebatir tus palabras, amigo mio, los tiempos han cambiado, ahora es mas útil un buen mentiroso que un buen guerrero, recuerdalo amigo.
Se llamaba Saulo Tormenta o eso decían todos. Tenia que encontrar una forma de comprobar que era cierto lo que decía el joven.
Su pelo era castaño, con canas en las raizes. Pero, ¿Porque tenia canas un hombre tan joven?Debia ser pelo rubio plateado.
Sus ojos eran de un azul intenso, gracias a su pelo oscuro. Pero ¿Porque tenia unos ojos de color tan extraño? No, eran violeta oscuro, violeta como la leyenda decía de los Targaryan.
Entonces se dio cuenta, recordó aquellas palabras del viejo y calvo Maestre Luwin.
-Tú, anciano enclenque, recuerdo haber oído que una vez allá en Invernalia dijiste que había un maestre de sangre Targaryan en el Castillo Negro. Es eso cierto?
-No creo que se encuentre ya aquí, es viejo mi señor y es probable que haya caído en esta batalla, era un hombre que buscaba el conocimiento, no la lucha ademas era ciego y mayor...
El guantelete de Fenrir regreso al lugar habitual, la cara del pobre maestre Luwin y como de costumbre le volvió a golpear.
-Te he preguntado si o no, no que me cuentes la vida de los Targaryan al completo
-Si, debería de estar aquí mi señor- Dijo el demacrado Maestre Luwin llevándose la mano al pómulo izquierdo.
Buscaron hasta encontrar al sangre de Targaryan caído en batalla, el viejo Aemon Targaryan, tenia rasgos parecidos pero su pelo era blanco y los ojos vacíos y grisáceos por la ceguera. Aun así Fenrir no se rindió, paso buscando durante largos días en las estancias del maestre mientras Saulo se curaba, y al fin lo encontró.
Una carta jamas enviada del Lord Comandante Jeor Mormont dirigida a Rhaegar Targaryan, donde le decía que jamas permitirían dejar a un niño en la fría nieve del olvido, como Rhaegar pretendía hacer con Saulo. Por muy príncipe suyo que fuese no le podían dejar cometer semejante acto, ya por su cordura como por la de los que fueron testigos en el muro del abandono del niño mas-allá-del-muro, por lo que regresaron salvandolo de una muerte espantosa congelado y lo acogieron hasta que creció.
Fenrir rápidamente enseño la carta a los hombres de la guardia de la noche, Allister Throne, Jon Nieve, Denys Mallister, Cotter Pyke quienes eran candidatos a ser el Lord Comandante numero 998 en breve.
-No deberíamos perdonar la vida del chico, le dimos nuestra ayuda y en cuanto ha aprendido a empuñar un arma nos ha desafiado con traición– dijo Allister Throne.
-Pero el chico es alguien valioso para el reino, puede proporcionarnos ayuda si su causa tiene seguidores y ahora la necesitamos mas que nunca Mance Rayder no tardara en volver a atacar, sus guerreros están acampados en los bosques de menos de tres leguas- reclamo Denys.
-De la misma forma que podría pedir nuestra ejecución por estar a punto de matarlo - apoyando a Allister.
-He sido compañero de Saulo y yo también falle a la guardia y se me ha dado otra oportunidad- opino Jon pidiendo clemencia
-(Fenrir interrumpió) Veo que estamos empatados, os propongo un plan descabellado,un plan en el que no perdéis nada. Dejadme ir con Saulo y algunos de mis hombres: Iré a el campamento de esos salvajes y se arrodillaran ante este rey nacido entre fuego y hielo, él despertara el dragón congelado de su ardiente corazón y lo hará rugir haciendo temblar a quien no crea en él, gracias a los rugidos de este Targaryan os entregare luchadores que no pensaran mas que en venir al muro a luchar donde empezó su rey, dejadme y el Rey-mas-allá-del-muro, sera el primero en arrodillarse.
  


El Principe de la bodega

<La mañana era gris y triste, la lluvia había empezado a caer sobre la cubierta del Silencio,la lluvia empezaba a empapar las tensas velas con viento de popa,la lluvia caía sobre los marineros aun con sangre seca que se humedecía y corría por sus cuerpos, la lluvia caía sobre las partes quemadas, y la lluvia caía sobre los pobres rehenes del Rejo que cayeron en la trampa de los marineros Greyjoy, y la lluvia caía sobre mi, sobre el pobre y hediondo Theon.> pensó tristemente Theon.
Euron irrumpió en la cubierta, celebrando la victoria con una jarra de vino viscoso azul oscuro como el anochecer en su mano.
-Mis jóvenes camaradas, mis jóvenes amigos, hemos pasado mucho tiempo juntos y al fin tras tanto tiempo regresamos a casa – Euron alzo la jarra- por el Rey en las Islas en Hierro, por Balon Greyjoy.- los hombres mudos miraron a Euron, sin más gesto que sus miradas volvieron a sus tareas. Euron miro a Theon- Oh, al fin sales de tu camarote sobrinito, debes esta contento te llevo de vuelta a casa a Pyke, desde que te puse en la bodega que no te he visto sonreír, con lo divertida que es la vida, un día eres el futuro rey de un puñado de valientes marineros y el otro eres uno de los valientes marineros del futuro rey.- Theon miró a Euron intentando comprender sus palabras.
-Mi padre sigue considerándome su heredero, tío, pero si ahora ya no valgo para nada, ahora soy el sucio Theon no el noble Theon, no merezco tal poder, no sabría como usarlo.
-Pero aun así eres su heredero, sobrinito, y eso no se puede cambiar, no pueden desobedecer la palabra del rey, ¿verdad Theon?- Pregunto Euron
-No no se puede, tío Euron, tu me has enseñado que les pasa a los que desobedecen, Theon no desobedecerá- Contesto Theon atemorizado.
-¿Me acompañas ha hacer una tarea Theon?- Sin esperar contestación Euron se asintió así mismo alzó la copa brindando solo apuró el vaso hasta acabarlo, lo dejó en la barandilla de cubierta y empezó la marcha, el pobre y sucio Theon no tuvo más remedio que seguirlo.- Hoy mi joven sobrino vamos a ver a nuestro querido amigo de la bodega.
-Histèricamente Theon se freno agarrando a Euron- NO! La bodega no Euron, allí... allí... allí he sufrido, la bodega me hace daño.
-Euron lo aparto de un empujón hacía adelante y dijo- No mi querido sobrino el que te ha hecho daño he sido yo, no la bodega.
La conversación ceso y Theon quedó más sumiso, avanzaron por el interior del barco hasta que entraron hacía las bodegas, Theon no sabía como pero cada vez la bodega del Silencio era diferente, un día era oscura con objetos venidos del sombrío y lejano mundo y otro era una bodega gloriosa de rojos tapices y repleta de oro, pero hoy no era ese día, hoy era el día de entrar en una bodega conocida, una bodega donde paso meses a merced de las torturas de Euron. Entraron y Euron fue directo a la última celda oscura y fría, Theon paso tras Euron viendo una por una cada celda, se estremeció al recordar a aquel joven inmaculado que paso con Theon un año allí, pero ya no estaba y entendió que había pasado lo inevitable, había desobedecido a Euron, pasó por celdas de jóvenes magos del dios rojo que rodeaban unas velas, pasó por las estancias de magos negros leyendo libros indescifrables para Theon, pasó por muchas mazmorras más, hasta que llegó a la última celda.
Euron prendió la antorcha mas cercana sin esfuerzo, con sus manos y colgado con una argolla y correas a la pared de pies y manos, se encontraba un hombre de rostro extraño.
Con acento braavosi dijo- Maldito Ojo de Cuervo,¿Tanto me temes?
-Me considero un hombre inteligente y honestamente, sí.
-Jajaja y por que no me sueltas y lo dejamos todo zanjado, sin venganza,- Euron sonrió negando la proposición- Los hombres con los que me prendiste fueron rápidos y sigilosos, pero este hombre no caería en la misma trampa, solamente tuviste suerte Euron Greyjoy.
-No, no tuve suerte, hice lo que debía de hacer, atrapar al hombre que me debía un favor.
-Ja, acaso un canalla como tú es capaz si quiera de hacer un favor, que no sea buscando tu beneficio, ¿Que estúpido ha caído en tu trampa?.
-Bueno aparte del estúpido que tengo delante, jaja.
-Callate. ¿Quién te debe el favor si se puede saber, Jaquen N'Ghar o algún canalla como él?
-No, mi querido, Kosly Forel quien me debe un favor, lleva tu mismo apellido y es tu aprendiz o como a mi me gusta llamarlo, mi joven Edward.
El braavosi se estremeció por un momento y dijo enfurecido- Hijo de Puta, como le hayas puesto un dedo encima...
-...Seguirías ahí arriba colgado de pies y manos. He venido para que efectúes la deuda de tu hijo conmigo, el gran aliado que le ayudó a infiltrarse en una guerra en vez de bañar mi espada con sangre de polizonte. Ya te lo he dicho Kosly, soy un buen chico, y ya sabes eso del favor por favor- Euron sonrió mirando fijamente al braavosi y dijo- Valar Morgulis.
Kosly bajó la mirada al suelo en una pausa eterna y finalmente miró a Euron- Valar Dohaeris.
Continuara...

 

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